ver, oir y opinar

Por todos es conocida la intromisión de la jerarquía católica en asuntos que no les son de sus incumbencia, y más desde que su “poder” comenzase a disminuir con la llegada de los regimenes democráticos a lo largo del pasado siglo. Eluana es una mujer italiana de 37 años que se ha convertido en noticia, aunque ella todavía no lo sabe, pues lleva 17 años en estado vegetativo. La eutanasia es un tema polémico debido a sus connotaciones morales y jurídicas; pero al igual que nadie, y repito lo de nadie, tiene derecho a quitarle la vida a ninguna persona por mucho que ésta sea el ser más malvado de la tierra, tampoco nadie tiene la potestad de obligar a nadie a vivir más muerto que vivo. Aunque parece que el vaticano sí que se ha adjudicado ese derecho al tachar la decisión del padre de Eluana para que su hija tenga una muerte digna como “un abominable asesinato”, palabras del ministro de Sanidad del Vaticano.


El caso de Eluana vuelve a poner de manifiesto la hipocresía y la falta de memoria de la iglesia católica pues como ya he comentado antes nadie tiene el derecho a decidir sobre la vida de los demás; quizás desconectarla de la máquina que la mantiene en vida sea un acto inmoral, pero personalmente pienso que más inmoral es que un padre vea sufrir a su hija postrada en una cama como un vegetal durante mas de tres lustros. Además, hablando de actos inmorales, ¿no se apoyó la iglesia católica en las dictaduras de Franco y Musolini?, ¿No es inmoral la pederastia?, ¿No es inmoral perseguir a una persona por sus creencias? Señores curas dejen a los legisladores y jueces decidir el marco de la ley y mejor preocúpense de que el obispo Richard Williamson se retracte sobre sus declaracioens acerca del Holocausto además de explicar y difundir la moral cristiana , que por lo que se ve no lo deben de estar haciendo tan bien si nos fijamos en el aforo de cualquier iglesia un domingo. ¿Por qué será…?