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La gran comunidad judía residente en Alemania no podía imaginar que en noviembre de 1938 empezaría su largo calvario con el régimen nazi. Alemania, a finales de los años 30, vivía sumergida en una creciente hola de antisemitismo desde que Adolf Hitler llegó a la presidencia alemana en 1932. La idea de deportar a todos los judíos de la Alemania nazi comenzó a estructurarse desde la llegada al poder del NSDAP, pero no fue hasta 1938 cuando empezó a materializarse. La noche del 9 al 10 de noviembre del mismo año todos los barrios judíos de Alemania y Austria fueron atacados por las SS. Algunos tuvieron la suerte de ser arrestados, otros tuvieron que aguantar palizas hasta morir o ver como sus casas y negocios se volvían cenizas. Pero para entender como se llegó hasta esa fatídica noche tenemos que remontarnos hasta el 28 de octubre del mismo año.
En dicha noche 20.000 judíos fueron secuestrados y conducidos a grandes trenes de mercancía para ser deportados a Polonia. El país vecino se negó en un principio a aceptarlos hasta que el régimen nazi logró su deportación. Herschel Grynszpan, judío francés, recibió a los pocos día una carta de un familiar donde se le describían las penosas condiciones que los deportados soportaron mientras viajaban de Alemania a Polonia. Conmocionado por los hechos Grynszpan decidió visitar la embajada alemana en París para resolver la situación. Allí, fue recibido Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París, el cual le informó que no tenía la más mínima intención de hacer nada. Así las cosas el 7 de noviembre de 1938 vom Rath murió de un disparo efectuado por Grynszpan. La noticia de la muerte de vom Rath fue presentada a los alemanes como un ataque del pueblo judío por lo que fue utilizado como excusa para proceder a la Noche de los Cristales Rotos. El ataque fue pensado para que pareciese un acto espontáneo, pero las 30.000 detenciones y deportaciones posteriores demuestran la participación del régimen nazi en los hechos. 70 años después recordamos con dolor y democracia aquella trágica noche que marcaría el comienzo del Holocausto.